Hoy en día todos los textos de amor suenan a la misma melodía, todos tienen el mismo ritmo, cuentan la misma historia. Es imposible dejarte llevar y escribir algo sin que se asemeje ligeramente a otros sentimientos de otra historia de amor. Nunca sucede lo mismo con las personas, para nada, cada cual tiene sus propios sentimientos, a su manera, como quiere. Pero el amor es algo íntimo, para llevar dentro, bajo piel, nunca nadie dijo que eso tuviera que salir de ahí. Nos empeñamos en intentar ponerle palabras a lo inexplicable, intentamos un imposible. Nunca nadie sabrá si esa caricia era una h o ese beso era una r. Tampoco adivinarás si esa noche que pasaste entera en vela esperando su respuesta era una frase bonita o un te odio.
El amor no son palabras, el amor son estados, sentimientos, momentos, historias. El amor es angustia, locura, pasión, ternura, dulzura, desenfreno, amargura, dolor, llantos, risas. Es contradicción, nunca es lo que piensas, es inestable, capaz de jugar con la mente de la persona más cuerda. Incrédulos, afrontad que nunca será posible poner en un papel o en voz de alguien lo que nos pasa por dentro cuando nos enamoramos.
