
Muchas veces lo que quiero no conoce a mis ideales, va caminando en paralelo como si fueran completos desconocidos.
Me gustaría retar en duelo a ese no, a ver si de verdad es tan valeroso como para ganarle la batalla a mis ganas de actuar impulsivamente. La sensación de querer combatir con todo aquello que siempre corre al lado contrario que tú es imparable, vuela, corre por mis venas, ahora solo me queda seguirla, dejarla que actue, y seguidamente que me estampe. Si, eso es lo que probablemente pasaría si siguiera mis impulsos, impulsivamente habría renunciado a todo aquello que he forjado con mucho o poco tiempo y esfuerzo, pero que al fin y al cabo es mío, de lo que estoy hecha, por lo que me muevo.
No sé hasta que punto esas ganas de actuar, esa espontaneidad y impulsividad son características de mi persona, hasta que punto forman parte de esos llamados ideales.