Suelo estar segura de lo que hago, pienso y creo. Suelo mantener esa confianza firme que define mis ideas y que me mantiene en pie a cada paso que doy. No consiste en una forma de ser, en un comportamiento, es una manera de actuar repetida en el tiempo, algo que tal vez aprendí de los que desde siempre me rodearon. A saber como sin darme a penas cuenta una serie de patrones se fueron instalando en una mente de cada vez más espaciosa y amueblada. Lo cierto es que de una manera u otra todas las personas que conforman una vida marcan decisivamente el destino de esta que, precisamente, pasa a convertirse en futuro. Futuro desde el momento en que redactamos el primer "érase una vez" de cualquier capítulo en que nosotros mismos seamos los únicos protagonistas.