Hoy, mi profesor de ética cuestionó mi concepción personal acerca del amor. Teníamos que entregar un trabajo, consistía en poner en una hoja en blanco una canción, poema o dibujo que significase para nosotros el amor. Casi todo el mundo puso una canción, y yo, también.
Desde el primer momento en que el profesor nos propuso esta actividad me vino solo una posible canción a la mente, sí, la que simboliza, no, la que es, perdón, fue todo aquello, pero ahora que ya no está sigue permaneciendo en sus notas del piano y las rimas de hip-hop. Para mi todo aquello no es solo amor, es un amor que abarca una inmensidad de sentimientos, porque no es un amor corriente. Es una diferente forma de amar. Esa forma era arrebatadora, fuerte, destructora, porque lo único que importaba era que ese amor perdurase. Significaba algo profundo y difícil de comprender, sí, no es sencillo comprender como se puede querer tanto a una persona que aún así después de clavarle mil puñaladas por la espalda seguía existiendo todo aquello. Para mi ese amor es violento, rudo, áspero, pero es amor, igual de precioso que puede serlo el más dulce y tierno de todos.
Por eso, por el tipo de amor que significaba para mi esa canción lo representé a mi manera, y para él no fue la adecuada. Incluso dijo pensó que desentonaba y que no tenía nada que ver con aquel tema.
¿Qué iba a saber él? ¿No tiene cada uno su propia manera de ver el amor? ¿Entonces, no se trataba de eso la actividad?
Esa era y sigue siendo mi visión que en estos momentos tengo del amor. Y me quedó mucho más clara cuando me dí cuenta de lo despechado que estaba siendo él. Supe que mientras escuchaba esta misma canción, le dio a otra lo que me daba a mi. Entregó todo lo nuestro a un alocado momento de rabia. Lo sé, porque le conozco, su orgullo siempre va más allá que él mismo, más allá de lo que él es capaz de controlar.
Entonces me di cuenta una vez más de lo lejos que pudo llegar esta locura, de los estragos que causó. Le dejó tocado y su orgullo ahora se bate en duelo contra nuestro pasado, inconsciente, ingenuo, al no querer darse cuenta de que ,aunque su luz se apagó, contra eso nunca pudo ni podrá nunca nada.